El ruido del mundo es tan intenso que hay que crear físicamente silencio para que exista.
Según los expertos, el bienestar psicológico y emocional está muy condicionado por el entorno. El ruido estresa nuestro sistema nervioso, afecta a nuestras capacidades mentales y a nuestro sistema inmunitario. Estamos tan acostumbrados a convivir con intensidades por encima de lo saludable que ya no lo percibimos como una agresión hacia nuestro organismo.
Personalmente es algo que me desestabiliza. He llegado a comprender que necesito dosis regulares de espacio y silencio para mantener mi equilibrio.
Silencio estético
Mi Filosofía de Diseño se ha convertido en un reflejo de mi forma de entender la vida. Entiendo el hogar como un lugar de tranquilidad. Un espacio en el que al entrar en él, nos aleja del ruido exterior y nos regresa a ese estado de sosiego y presencia.
Uno de los conceptos de mi Filosofía de Diseño es el silencio estético, trato de reducir al máximo los estímulos visuales para conseguir atmósferas mentalmente relajantes. Hago por llevar este concepto más allá, hacerlo tangible. Crear espacios estéticamente relajados y físicamente silenciosos que permita a las personas estar consigo mismas.
“Hemos de generar espacios de silencio de una forma poética, para que cada persona pueda escuchar sus pensamientos»- J. Plensa.
El Confort Acústico
Soy una persona muy reflexiva compensada con un fuerte deseo de crear. Mi formación técnica adicional en Diseño Industrial y Bioconstrucción me permite materializar, aterrizar mis ideas para convertirlas en realidad.
Desde un enfoque más técnico, las ondas acústicas se desplazan mediante vibraciones tanto por el aire – sonido ambiental- , como por los materiales, – sonido de impacto-.
Para reducir el sonido ambiental, intervengo en el aislamiento de paredes tanto exteriores, como interiores, con la finalidad de brindar intimidad. Techos, puertas y especialmente paredes de estancias que requieren un mayor grado de intimidad como ocurre con los baños.
En cuanto a la materialidad que conforma la piel Interior de los espacios, apuesto por materiales naturales. Estos, gracias a sus superficies porosas y texturadas, actúan como materiales fonoabsorbentes generando una atmósfera acústicamente amortiguada.
Para reducir el sonido de impacto, bajo las tarimas de madera instalo materiales blandos que amortiguan el sonido de la pisada. También en lugares inimaginables como debajo del plato de ducha. ¿Cuántas veces el sonido del agua nos ha despertado? En estos puntos se crean puentes acústicos, la vibración del sonido circula entre materiales que contactan con densidades similares, de igual modo, en los encuentros entre paredes y pavimento.
Para reducir el sonido de las instalaciones, utilizo tuberías “susurrantes”, tuberías aisladas acústicamente que reducen el sonido del flujo del agua. A menudo, uno no es consciente del ruido gratuito con el que convive diariamente.
Cada detalle cuenta en la experiencia del espacio. Bienestar para mí es un concepto muy amplio en que incluyo generar el suficiente silencio que nos permita vivir en paz.
Este es uno de los artículos pertenecientes a la serie:
«El Placer Sensorial en el Diseño». Si deseas obtener una visión más completa, te invito a leer mi artículo introductorio: LA SENSUALIDAD DEL ESPACIO
GLORIA